sábado, abril 01, 2006

LA CERTEZA COMO LÍMITE

Tiene uno ciertas certezas. Por lo regular eso funciona y hace que uno se justifique.O por lo menos funciona para errar con conciencia por el mundo, por un mundo que crean esas certezas que a su vez son confrontadas y forjadas desde el mundo o la vida que se vive (¡un bucle incómodo como tantos otros!). El problema es que a veces me molesta tener certezas. Y es que para mí las certezas funcionan como límites, como barreras y cortapisas. Tales certezas y todo lo que se da por sentado o por sabido se me antoja como un escollo o impedimento que no permite ir más allá de las mismas cosas.
Desconfío de esas certezas como desconfío de las experiencias que las generan y del mismo modo en como desconfío de las cosas en sí mismas. Pienso entonces en que hay algo más allá que no se nos es permitido ver. Eso(¡) es lo inefable y lo inenarrable: lo incognoscible.
¿Cuál sería entonces la llave de acceso a todo aquello que está escondido, como detrás (o delante) de la vida, si no lo son ni el lenguaje ni el entendimiento? Habrá seguramente un mecanismo que nos permitirá ir más allá y ese mecanismo estaría en lo que es cotidianamente imperceptible.
Pero imperceptible no parece ser la palabra adecuada. De ser así lo qué está "fuera de" sería siquiera sospechable. Y así no es la cosa. Se trata más bien de un descentramiento: una incertidumbre de la certeza.
Y nos creemos tan, con nuesto todo y nuestra vida... y lo sorpresivo es tan corriente y tan normal; y lo prodigioso tan cotidiano; y lo extraordinario tan claro; y lo milagroso tan usual y frecuente.
Entonces ya no queda nada qué admirar porque "todo" es tan que es suficiente, tan adecuado, tan...

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5 Comments:

At lunes, mayo 08, 2006 5:13:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

La única certeza es el placer que no se entiende de donde llega.

lengüetazo trascendental,

phos.

 
At lunes, mayo 08, 2006 5:56:00 p. m., Blogger ARTEOFACTO said...

Phosphorus: la descentraci�n,la abstracci�n, el pliegue le llama Deleuze...... en cualquier caso extra�aci�n... placer

 
At miércoles, mayo 10, 2006 11:10:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

La certeza y el orden.

Contra ellos me propongo a mí misma (no me atrevo a ofrecértelas) la sorpresa y la anarquía. Funcionan. Abren otras puertas. No establecen nada, ni son ejemplo de nada ni para nadie, por eso mismo me gustan, son tan imprecisas... Y qué bella es la imprecisión, verdad?

 
At miércoles, mayo 10, 2006 4:58:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Sabes? Estoy de acuerdo contigo, a mí me gusta decir "creo que" porque de esa manera me permito cambiar de opinión o de creencia si una creencia se me queda pequeña o estancada o... creo que hay pocas cosas de las que conviene entender esa certeza abosoluta, el resto para tener la posibilidad de desarrollarnos y evolucionar, quizás es bueno que sea cambiante.

Un abrazo.

 
At jueves, mayo 11, 2006 2:30:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues sí, las certezas son casi siempre odiosas, pero a veces me rindo a ellas como a un amante inconveniente. La imperfección es uno de mis puntos débiles.

Abrazo orgiástico.

 

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